Las primeras citas pueden ser angustiosas, pero las personas seguras de sí mismas las afrontan con un plan claro respaldado por la investigación. La ciencia demuestra que ciertos comportamientos y hábitos pueden hacer que la primera impresión sea crucial. Entender lo que funciona -y lo que no- puede ayudarte a mostrarte como tu mejor y más auténtico yo, aumentando tus posibilidades de establecer una conexión genuina.
1. Establecer contacto visual
Las investigaciones confirman que mantener el contacto visual genera confianza y muestra un interés genuino. Cuando miras a alguien a los ojos, tu cerebro libera oxitocina, a menudo llamada la hormona del vínculo. Esto crea una sensación instantánea de conexión que las palabras por sí solas no pueden lograr.
Las personas seguras de sí mismas entienden esta ciencia y la utilizan en su beneficio. Mantienen un contacto visual constante sin mirar fijamente, haciendo que su cita se sienta valorada y escuchada. Evitar la mirada de alguien envía señales de desinterés o nerviosismo, lo que puede acabar rápidamente con el buen humor.
Practica esta habilidad antes de la cita si te resulta incómoda. La recompensa merece la pena: tu cita recordará cómo le hiciste sentirse visto e importante.
2. Hacer preguntas abiertas
¿Quieres mejores conversaciones? Los estudios demuestran que la clave está en las preguntas abiertas. Las personas seguras de sí mismas no te preguntan si te gusta tu trabajo, sino qué te motiva. Esa pregunta reflexiva puede convertir una charla superficial en algo memorable.
Los escáneres cerebrales demuestran que cuando las personas comparten historias sobre sí mismas, se encienden los centros del placer. Estás haciendo feliz literalmente al cerebro de tu cita al animarle a abrirse. Esta técnica también te quita la presión de tener que llenar todos los silencios.
Prepara de antemano una lista mental de preguntas reflexivas. Tu cita apreciará tu curiosidad y se irá sintiéndose realmente comprendida, que es exactamente lo que deben conseguir las primeras citas.
3. Vestirse adecuadamente
Lo que vistes determina cómo te ven y cómo te sientes. Las personas seguras de sí mismas eligen atuendos que se adaptan al entorno y reflejan quiénes son. Aparecer demasiado arreglado en una cafetería relajada o poco arreglado en un restaurante agradable puede desvirtuar el ambiente.
Tu aspecto comunica respeto por tu cita y por la ocasión. Cuando te sientes bien con tu ropa, tu lenguaje corporal se vuelve naturalmente más abierto y relajado. Esto crea un bucle de retroalimentación positiva que aumenta tu confianza general a lo largo de la velada.
Planifica tu atuendo la noche anterior para evitar el pánico de última hora. Elige algo cómodo que te haga sentir atractiva sin esforzarte demasiado por impresionar.
4. Guardar el teléfono
El mero hecho de tener un teléfono sobre la mesa puede desviar la atención del momento. Aunque esté boca abajo, es un recordatorio silencioso de todo menos de la persona que tienes delante. Las personas seguras de sí mismas conocen el poder de la presencia y mantienen sus teléfonos fuera de la vista.
La atención plena se ha vuelto rara en nuestro mundo hiperconectado, lo que la hace aún más valiosa. Cuando prestas toda tu atención a alguien, se siente especial y prioritario. Este simple acto te diferencia de otras innumerables citas que no pueden resistirse a mirar sus pantallas.
Silencia las notificaciones antes de llegar y comprométete a estar presente. Tu cita notará y apreciará este gesto respetuoso más de lo que crees.
5. Llegar a tiempo
Llegar a tiempo dice algo más que “estoy aquí”: dice que respetas a la otra persona y que valoras su tiempo. En las citas, la puntualidad da una buena primera impresión, mientras que llegar tarde constantemente puede suscitar dudas sobre tu fiabilidad.
Las personas seguras de sí mismas planifican su ruta, tienen en cuenta el tráfico y llegan con unos minutos de margen. Esto elimina la energía apresurada y les permite entrar en la cita sintiéndose tranquilos y serenos. Llegar tarde crea estrés en ambas personas y hace que las cosas empiecen con mal pie.
Establece recordatorios y sal antes de lo que creas necesario. Si llegas el primero, aprovecha esos momentos para calmar los nervios y prepararte mentalmente para una gran velada.
6. Escuchar más que hablar
Nada hace que alguien se sienta más visto que ser escuchado de verdad. En lugar de dirigir cada tema hacia sí mismas, las personas seguras de sí mismas mantienen la curiosidad. Escuchan atentamente, responden con interés y dejan que la otra persona brille.
La regla 60-40 funciona bien: intenta que tu cita hable el 60% del tiempo, mientras tú contribuyes con el 40%. Este equilibrio evita las vibraciones de interrogatorio a la vez que garantiza que ambas personas se sientan escuchadas. La escucha activa también te ayuda a reunir información importante sobre la compatibilidad.
Practica las pausas antes de responder para dar espacio a pensamientos adicionales. Tu cita se sentirá más cómoda compartiendo cuando el silencio no le produzca ansiedad.
7. Mantener un lenguaje corporal abierto
Incluso sin hablar, tu postura puede hablar. Las personas seguras de sí mismas evitan los gestos defensivos y, en su lugar, se sientan relajadas, abiertas y de cara a su cita, mostrando tranquilamente que están en sintonía y plenamente presentes.
Las neuronas espejo de nuestro cerebro nos hacen imitar inconscientemente el lenguaje corporal de las personas con las que estamos. Cuando proyectas apertura y relajación, el cuerpo de tu cita responde naturalmente de la misma manera. Esto crea una atmósfera cómoda en la que ambos pueden ser ellos mismos.
Controla tu postura a lo largo de la velada. Pequeños ajustes, como descruzar los brazos o girar los hombros hacia tu cita, marcan sorprendentemente grandes diferencias en la conexión.
8. Ser auténtico
No hay nada más atractivo que alguien que es él mismo sin pedir disculpas. Las personas seguras de sí mismas se saltan la actuación: son honestas sobre lo que les gusta, abiertas sobre quiénes son y no tienen miedo de mostrarse como su verdadero yo.
Fingir ser alguien que no eres crea una presión agotadora y crea falsas expectativas. Aunque el engaño funcione al principio, mantener esa fachada se vuelve imposible con el tiempo. Las personas auténticas atraen a parejas que las aprecian por lo que realmente son.
Comparte una historia genuina o admite cuando no sepas algo. La vulnerabilidad y la honestidad crean lazos más profundos que los que podría crear cualquier actuación de perfección.
9. Ofrecerte a compartir la cuenta
A la hora de pagar, las personas seguras de sí mismas no asumen nada, no se trata de roles de género ni de expectativas. Simplemente se ofrecen a dividir la cuenta o sacan la cartera, demostrando que son considerados y autosuficientes.
Este gesto comunica igualdad y respeto, independientemente de quién pague en última instancia. Aunque tu cita insista en pagarlo todo, tu ofrecimiento demuestra que no das por sentada la generosidad. También elimina posibles resentimientos o expectativas tácitas sobre futuras citas.
Mantén esta conversación de forma natural cuando llegue la cuenta. Una simple frase como preguntar cómo les gustaría llevarlo mantiene las cosas cómodas y maduras para ambas personas.
10. Planificar un seguimiento
No es necesario el “juego de la espera” cuando tienes confianza. Si la conexión está ahí, habla y deja caer un plan para la próxima vez o envía un mensaje al día siguiente para mantener el impulso vivo y genuino.
Una comunicación clara elimina la ansiedad y la confusión de ambas personas. Tu cita no tiene que preguntarse si te lo has pasado bien ni esperar nerviosa durante días a tener noticias tuyas. Este enfoque directo respeta el tiempo y la energía emocional de todos.
Antes de irte, di algo como que te gustaría volver a verles si el sentimiento es mutuo. Confianza significa ser sincero sobre tu interés sin miedo al rechazo.

